De qué costado que no recorrí sacas la maldad que hoy me apuntas
En qué fracción de la piel que ilumine con mis ojos tristes dejé la sombra
que hoy oscurece el presente.
Hoy cruzaba la calle y nos hicimos esquina: tu parada en la cortada
yo te mire mientras mis piernas avanzaban a un cuasi trote.
Estamos unidos, formamos un espacio físico de dos calles
que no llevan a ningún lado, solo a nosotros para una coartada.
Inventemos. Total qué va a pasar.
Vos lapicera y yo papel.
Mientras escribís en cualquier lado, garabatos sin swing
a mí me hacen un bollo marcándome el fin.
Sabe antojarse con jugar. Y yo un pecaminoso de aquellos.
tiro ciego un as,
la espío en los espacios a donde se escapa del bien
y entre los entretelones de la duda nos hacemos certezas.
Somos un dúo que se caído pero que de las nubes grises no se cansa
Las tormentas nos ayuda a entender que los astros nos dicen que no
y sin embargo, imanes del amor nos juntamos y apretamos.
Apretá más tu pecho contra el mío, que exploten las dudas sobre las remeras
que se haga una agua que limpie lo que nos esconde.
Sácame esta migraña y la telaraña del alma donde se atascan tristezas.
Guía a este entelequia a la terrenalidad.
Mis alegrías se han vuelto de una forma irremediable perezosas
despiértarlas con la creatividad de tu sola deidad.
Abrázame hermosa,
sin dudarlo y a dos manos que se unan en mi espalda, en mi fin.
Soy capa que se defiende de los bombardeos insospechados
vos una espada que corta con tanta maleficio.
Creer en vos se ha vuelto un digno oficio
repitiendo una y otra el procedimiento para enamorarte.
Eres la mujer con más de un millar de enamoramientos.
La pierdes en alguna parte.
¿Es la culpa que no deja libertarte?
No la encuentro.
Te vuelvo a enamorar sin importarme.
Acá hay culpa, mi amor.
Demasiada y a un alto costo.
No hay margen para maniobrar, el destino es estrecho
o nos hacemos historia o pasamos al desecho
allí donde nacen los que nunca amaron en libertad.
Ahora dime la verdad.
¿Me estás esperando?
Exploté. Parecía que no.
Necesito un poco de suavidad sobre la rugosidad de las horas.
Siento frío en esta primavera con dudas.
Punto. Punto. Punto.
Para abajo.
Punto.
Sácame de elegir siempre mal. Suplico una tregua.
La inconstancia de tu espera me desvela.
Hablo de dos en vez de una.
Un hombre se recibe de hombre
cuando llora sin honra sobre los mosaicos fríos
apoya sus manos en ellos porque es la ultima resistencia
algunos piden ayuda a Dios,
otros saben que el último apoyo, será el último
y empezarán a subir.
Yo pido tus hombros
¿los tengo para erigir?
Que las historias pasadas no sean leídas acá.
Ya he consumido en mi vida reales cuentos
como para volver a ficcionar la realidad.
El llanto expresión de vida.
Ella pasado que se resiste.
Vos una duda que el sueño me quita.
Descanso cero.
Paciencia en la cuerda floja.
Música mucha.
Piano demasiado.
Lectura abultada.
Realidad afilada.
Olvido empezado.
Tu nombre inscribiéndose en mis manos que acaban de secar las lágrimas...
llanto estremecedor hasta para el perro que mira atónito
llevándose a mi cuerpo a la frontera que no sé bien que divide,
tal vez evita que por ahora me cruce de carril, enterrado demonios
sembrando besos en tu ombligo,
para cosecharlo más tarde atrás de tu pelo.
Poema del llanto. Sin verso ni canto.
Deja que el agua sea fruto de dos pechos apasionados
y no de lo que reflota entre mierdas el antaño.
Las lágrimas saca a relucir el Principio del placer
y ella lo poco bueno que queda de mí.
Meritorio trabajo de moverse sobre lo ruín
a pesar que a veces sea parte del displacer.
De las lágrimas.
De no encontrar caras.
De signos extraños.
Ella permite que viva entre preguntas.
Sí.
Pero vivo. Hoy prefiero romperme el cráneo
para responder en pequeños diámetros enfebrecidos
las dudas que le seguirán,
a otras preguntas
que a morir en la seguridad del adiós que certifica que ya no volverá.
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