jueves, 12 de abril de 2012

La duda

Empecé una pileteada como para mejorar mi columna vertebral. Me sumergí para no ver la orilla. Pero la pared en su parte media tenía un color celeste, allá demasiado lejano para unos ojos afectados por el cloro. Por llegar a ese destino decidí lanzarme. En momentos quise y quiero frenar a descansar y veo que mis pies no hacen contacto en el suelo, para colmo el andarivel me aisla, no hay nada.

Sentí en varios momentos que el agua dejó de estar climatizada, ahora me eriza la piel hasta el punto que congela estos pensamientos. Es como si éstos tartamudearan lo que sienten o piensan, siempre y cuando no unamos la razón con el corazón. Quiero seguir. Pero. A veces siento que voy a estallar de cansancio aunque no sé si mi cuerpo frío ayudará a desintegrarme o me hará quedar duro y al fin tocar el suelo pero con todo mi cuerpo. Ésa es la duda. Explotarme o congelarme.