miércoles, 27 de octubre de 2010

Crónica de un día normalmente anormal

Necesitaba caminar. Salí sin dudarlo un instante. Abrí la puerta del edificio y el viento me empezó a golpear la cara mientras empezaba a caminar, ante cada paso pisaba los pensamiento, los trituraba para no pensar. No quería pensar. No podía pensar. No quería ni podía porque al poder indescutiblemente no quería pensar,¿ para qué intentar si después lo iba a anular?.


Viento y nubes de matiz oscura amenzaban, del otro lado el cielo despejado respondía. Discutían y entre medio una temperatura hermosa que paseaban entre los edificios y la plaza. 19 horas y en Córdoba el sol ya había sido censado y decidió descansar. ¿ Viste cuando pedís salir de la normalidad? Bueno, yo me harté de pedirla y en un día anormal, justamente me sentía raro, algo no cerraba y quizás estoy pidiendo otra vez la normalidad que va ser pedir un día anormal. ¿Contradicciones o lógica?


Día que comenzó a las 9 ante la alarma que avisaba que había que levantarse a estudiar y esperar al censita. No le respondí, simplemente prendí con una mano la radio FM 100 a un importante volumen para mantenerme despierto. Tan sólo 10 minutos después volvió a cantar Charly Garcia y me levanté cantando, bailando y siendo feliz como cada mañana. Me lavé la cara, tomé yogurt de desayuno mientras la pava naranja preparaba el agua para los mates. Un termo. Todo normal hasta ahí. Segundo termo a la mitad y el locutor Lalo Mir dice: “Néstor Kirchner acaba de morir” con una voz de sorpresa y comentando que estaba viendo, en ese momento, la televisión en la radio por ello rápidamente prendí la tele, algo que no hago por la mañana para corroborar. Sí. Murió. Se fue. Intenté con el tercer termo variar el clima, intenté cantar, intenté bailar pero algo se desacomodó.


Córdoba respiraba otro aire por el censo nacional de hoy. No tenía trabajo, no tenía facultad, no tenía más al ex-presidente. Seguí estudiando pero todos hablaban de que falleció el hombre de Santa Cruz, actual Diputado Nacional y Secretario General del Unasur. Almorcé más tarde. Dormí siesta. Todas actividades fuera de las normales que siguieron haciéndome sentir en otro lado, en otro sentimiento. La melancolía se apoderó de mí en un instante y a pesar del baile no pude despegarme, para atrás, para adelante, a la izquierda y derecha me moví pero siempre estaba en un lugar: enla melancolía. Cualquier cosa que hacía me sentía culpable. Ya había sido censado y me sentía orgulloso de aceptar por primera vez la responsabilidad civil pero algo daba vuelta por dentro de mí. Yo sé que ahora tendría que estar enrredado de números e intentando entender teorías económicas en la facultad que está a la vuelta de mi departamento pero estoy escuchando la radio y escribiendo un nuevo post, el tercero en tres días. Rarísimo.


Sólo creo que la anormalidad va seguir variando al cuerpo, lo va a hacer sentir mal y sólo hay que dejarse sentir así. Ayer escribí sobre la muerte y hoy murió alguien importante para los argentinos, aunque Néstor dejó varias cosas para nosotros que ha sido reflejado por los periodistas, artistas, deportistas y opositores. También murió la normalidad que siempre pidó que se suicide pero mañana volverá y todo será normal rogando cambiar la rutina. Por ahora, sólo seguiré cronicando un día normalmente anormal. Acá terminé. Seguiré haciendo cosas anormales esperándote normalidad que vendrás mañana en los primeros minutos de las nueve de la mañana, así que vamos anormalidad a cambiar la rutina e intenta cambiar de energías para recibir la rutina con los brazos abiertos y quizá a pedirles disculpas y decirle “te extrañé” a ella. Sí y mañana querré otra vez estar en casa escribiendo con mates a esta hora después de venir de caminar porque no tenía facultad. Soy así: ¿ normal o anormal? Sólo aceptame.

martes, 26 de octubre de 2010

Hoy morí

Se desvanece en mí el yo, que en algún lado de mí o de vos se había pérdido. Volvió el pensar, el reflexionar sobre una noche cálida con el estomago vacio y afloran las intenciones de cocinar pero el yo pesa demasiado y no deja levantar un cuerpo que anduvo por inercia de acá para allá, y de allá para acá. Alguien o yo, escribió sobre el tiempo y pienso ahora qué pasa si el tiempo se acaba, se extingue, frena y me muero. Sí, vine exagerado hoy y mi cuerpo se resiste a pensarlo y sentirlo.


Reacción semejante acusaste, ¿ no?. Pensá, sentilo poco a poco, relajate que las palabras siguen en orden horizontal y no tienen intención alguna de verticalizar e irse. Mientras vos vas entrando en clima, pienso porqué una inspiración puede instalarse dos días consecutivos e irse de vacaciones y no sacar pasaje para dos. Bastá. Vuelvo a donde estaba. Estos ojos verdes no volverán a ver más la luz, mis piernas pálidas quedarán sin poder conocer lo que es realmente el color del sol que tantos desean pero que no está ni en una lista de prioridades secundarias. El corazón dejará de bombear sangre, felicidad, tristezas y ansiedad; descansará. Los pulmones no respirarán aire, humo, tóxicos, suciedad e injusticias. Las uñas dejarán de encarnarse y dejaré de ver las estrellas. Las palabras se quedarán sin emisor, el blog sin dueño y alimento, el micrófono sin deportes y la gente sin mi información. A éso quiero llegar: ¿ qué dejamos cuándo morimos y qué queremos dejar? ¿Es lo mismo? ¿ Se igualan o se alejan?


Hoy muero, hoy me despido, hoy cierro los ojos lentamente para dejarme morir y llegó mi turno. Sólo me dejo morir para escribirte blog, para sentir de qué se trata y me inmolo en la pasión de la escritura que me envolvés, aunque se puede denominar locura. Estoy muriendo, voy dejando letras, palabras, conceptos, metáforas, sueños y nada de miedo. No tengo miedo, ya que es una etapa más de esta vida y alguien allá arriba me está esperando para abrazarnos eternamente. Sé que dejo algún post interesante por ese yo metáforico e inspirado de pocos minutos, dejo historias que espero que sirvan para sus respectivas vidas, queridos lectores. Los dejo a ustedes conmigo porque me voy fisicamente pero no mi ser porque vivirá en esos micrófonos, en esa luz roja que me encandila cada vez que dice “aire” y en cada estrofa de mis escritos. Donde me busques estaré y sin miedos.


Vos que me conocés, me ves en la calle, vos que mateas, jugas y me escuchas imitando te dejo mi sinceridad, mi forma de ver el mundo y entender al hombre, te dejo mis sueños para que los tomes y te vayas con ellos. Jugate por tu familia(cuidame la mía), por tus verdaderos amigos y por tus convicciones. Pagá cada peaje con sudor, lágrimas y sangre, no lo dudés porque cuando sientas que el camino va fácil, que cualquier decisión te deja bien asentado y que se puede sobornar a la vida estás equivocándote de ruta. No hay empresa que arregle la ruta, nos cobra siempre pero el camino está complicado, así debe ser. No tengas vergüenza de llorar en público, de mirar a los ojos diciendo un te quiero, no pierdas jamás el sentido del humor que te rejuvenece constantemente. Sé un poco “payaso”, exagerá tus emociones para que llegues a ese extremo, a ese límite para experimentar y verás que no hay fronteras o tapiales, que siempre hay una puerta o ventana que te lleva al más allá. Sé que soy joven y estoy con la flamante muerte a mi lado y todo lo que recuerdo es felicidad, pero no. Hay muchos momentos malos pero si los supere, ¿ por qué vos no lo vas a hacer? Hasta luego lector, hasta luego amigos, hasta luego familia. Sí, hasta luego porque los volveré a ver.


Sí hoy morí, hoy estuve desvanecido en el más allá. Escribí del otro lado del mundo. En las cenizas me desintegré pero fuí reunido rápidamente por la esencia que conjuntamente con el yo escribió lo anterior y sigue. Fue necesario morir por un rato, dividirme, desintegrarme y dejarme llevar por el viento como los restos de los seres humanos. Hoy morí para renacer. Hoy volví a nacer pero manteniendo los principios que son parte intrinseca de mí. Tengo un principio y un final, hoy fuí y volví y quiero volver arrancar conmigo, con vos y con todos aquellos que crean en mis ideales. Vamos a romper las fronteras que nos plantea la vida o la lógica que es amarga porque no puede autodecodificarse en tantos números, razonamientos y gráficos en vano porque termina enrendándose cuando las soluciones sobresalta en la esencia, en el ser feliz y no desconocer la fracción de la realidad que nos toca vivir; ésto nos permitirá vivir y morir, dejando cosas interesantes que hará que nuestros ideales vivan por siempre. No es ciencia exacta, es equivocar, barajar y dar de nuevo.


Hasta luego querido yo, mientras tanto este cuerpo va a seguir por la ruta derrochando sacrificio, esfuerzo, inmolándose en convicciones y estar contento; las claves de la vida para un infinito prosperar. Por último, cuando creas que todo está en tu contra, cuando veas que nada te está saliendo bien, cuando el cansancio se apropie de tu cuerpo, cuando en tu bolsillo no tengas más la medicina de la ilusión significa que estás en la ruta que te hablo pero frená un rato, hacete a un costado y dormí un poco. Nadie te apura, la ruta es eterna y no va a desaparecer. Si es necesario dejate morir, engaña a los otros y a vos mismo para que nadie te tenga confianza y cuando el camino se abra apretá el acelerador hasta el fondo porque para vivir muchas veces hay que dejarse morir.

lunes, 25 de octubre de 2010

El baile del tiempo

El cansacio que me cansa va disminuyendo energías, vitalidad, fuerzas e intenciones que no tienen forma de superar la frontera de la fatiga. Dentro de la casa se apaga cada una de las luces que la conforman pero dentro de living queda una luz tenue que permite visualizar alguien escribiendo recostado sobre un sillón negro y con una libreta blanca. No sé muy bien quién es y, mucho menos, por qué escribe pero reescribo lo que él va posando sobre esa hoja blanca.


Tiempo, bendito y maldecido tiempo. Sobre él transcribo, pienso e intento descansar. Tiempo que te apremia, te felicita y te vuelve a exigir. Tiempo que te aburre, da vagancia y te pierde en el rumbo de la vida que justamente se prende en el instinto del tiempo. Tantos autores escribieron sobre él como el magnífico Jorge Luis Borges refutándolo y dándole otras variantes, hoy sólo soy alguien que entre el pasado y el presente intenta escribir para un futuro inmediato o duradero.


Pasado del cual nos alimentamos, nos protejemos en excusas interminables y es motivo de una preocupación o una sonrisa infantil. Presente que se escapa, tan efímero y que se transforma constantemente en pasado. No se lo conoce prácticamente, es muy habilidoso y corre por la banda. Y el futuro es el abrazo al final del camino como un imán atrayente para los seres humanos que los devela en saber qué contendrá él. El antes es alguien que engorda porque recibe constantemente alimentos del presente que no tiene forma porque es sólo una alma que se desvive de un futuro que justamente son sólo promesas.


En el tiempo me canso y me ilusiono. En el tiempo recuerdo y siento que vivo y descanso en lo que vendrá: vacaciones. Trabajo porque en mi vida conseguí un importante resorte para estar y porque creo que más adelante habrá más para alimentar provisoriamenente a la alegría de despertar y se seguirá almacenando en el cuarto de fondo esas ilusiones pasadas para seguir siendo sustento de seguir existiendo. Es una cadena que muchas veces quiero romper y por eso mediante la escritura navego en los diferentes eslabones para estar, para sentir, para recordar o para soñar.


Los libros te mencionan, alguien por lo bajo te pide. El señor ruega con la cabeza baja tiempo para pagar lo adeudado; la chica le dice al chico, sonrojándose, tiempo para pensar; los empleados piden tiempo para vacacionar; el escritor, mientras tanto, pìde tiempo para hacer su tarea; yo en el tiempo que me dí para volver al campo de la literatura hablo de vos, preocupación diaria. Tiempo que te esfumas, que al respirarte te fuiste sin que te expulse por la nariz. Tiempo que apretás hasta sentir que no alcanza, mientras pierdo muchas cosas por no llegar con vos, tiempo, que no te subís al automóvil ni que pagás el cospel y viajás.


¿ Sabés qué? Creo que sos esa una mujer que se hace desear, que se esconde detrás de los murales para no encontrarla y no sacarla a bailar. Pero ahora te observo y te alargas contendiendo la respiración para ser parte de una columna que supuestamente te está tapando. Pateando ilusiones voy mientras borro pensamientos que atentan contra la primera intención. Te estoy saludando, felicitando por tus siluetas e invitándote a generar pasos mientras en tus oídos encuentro el lugarcito para hacer un descargo, descansar en palabras que mediante la oralidad me permite descargarme. Bailás bien, te movés bien y quiero seducirte porque te necesito un poco más para llegar, para ilusionarme, para recuperarme y para tener vida que en el tiempo parece irse. Quizás no seas vos la culpable sino la voragine del mundo actual. Sí, vos sos divina, justa y sabia.


En tu hombro descansa una cabeza que contiene mil y un pensamientos que quieren irse a dormir porque están alterados, mientras sigo hablándote y con que sólo me escuchés me conformo. Mientras que esa luz del living acaba de morir, no puedo seguir transcribiendo lo que esa persona cuenta que puede ser una historia de amor. No lo sé, se apaga la luz y el tiempo, sí vos tiempo nos contarás qué pasó, qué pasa y que pasará. Sólo hace falta tiempo para sacar a bailar al tiempo, valga la rebundacia que me inunda y me hace feliz porque me da oxigeno para seguir.


¿ Querés bailar esta canción también?

miércoles, 13 de octubre de 2010

Inspiración bonita

Hoy me inspira lo que me inspira, hoy le escribo a las musas aunque ellas mismas se escriben llenas de ganas, conocimientos, amor y mucho más. No sé cómo, de dónde y por qué salen si no las llamo. ¿Quiénes son? ¿qué buscan? ¿qué sueñan?¿ Por qué se van?¿ por qué vuelven? Hoy te aprovecho, musa singular, porque me siento inspirado en vos, inspiración bonita.

La semana pasada, antes de ayer, ayer, esta mañana y hasta hace una hora tenía diferentes temas para escribir pero no tenía la tinta mágica que rellena la lápicera. Tengo una biblioteca llenas de escritos inconclusos, ya que no tenía lo fundamental para terminarlos; ideas, formas, dibujos y modos de expresión que se extinguían ante una mente exigente. Pero hoy mientras leía economía, entre bostesos y mates cayó una ficha sobre mis ojos, un aire creativo movió elementos fijos que derivó en dedos que se empezaron a mover de manera inteligente para estancar letras seguras que se afianzaban en palabras imposibles de pensarlas hasta hace una hora.

Si hoy tuviera que definir inspiración no podría pero qué felicidad que me da que ella venga de vez en cuando y me llene el corazón de escritor de sensaciones hermosas para contar. Intento definir, las palabras que se ponen en filas, tus ojos que se deslizan aquí como en una pista de hielo, un espacio que se reduce en la hoja, pero tus ojos que me peinan el yo más profundo me sigue dando inspiración. Pará, no me desacomodes las letras, lee despacio porque sino me cambias las ideas. Vos lees letras en “arial 12” pero me lees a mí y me ves. Sí, el Matías que encontrás en la calle, en la facultad y en la radio no soy yo, es simplemente un cuerpo. Yo voy más allá, a ver mirá: ¿me ves ahora? sí estoy acá, detrás de esta letra.¿ No me ves? Dale, intentá que estoy acá. Bueno, bueno sigo escribiendo y me vas a ver.

Por qué escribo lo que escribo y no lo que tenía ganas de escribir recién. ¿Sere el mismo antes que durante la inspiración y después volveré a ser el que era en un comienzo? Qué interesantes preguntas que se arrojan sobre las hojas. Te agradezco a vos por completar los espacios en blancos que dejo- y dudo- que me comentarás después en el chat, por mensaje o en el colectivo tus respuestas. Es increíble el sentimiento de una verdadera llama por dentro que queman sentimientos acumulados o generados en el instante que se hacen cenisas, mientras el humo me marea, me deja inspirado y derriba a una racionalidad estúpida y empieza a tomar vida el verdadero yo, el que amo, el que vos disfrutás. Esas cenizas quedan guardadas y muchas veces éso me permite que pueda sostenerlas con mis manos para seguir teniendo dotes de escritor cuando no estoy inspirado para no pasar verguenzas en mi profesión, pero también esos supuestos desechos vuelven a formas llamas y los pequeños temas en un post general pueden volverse un gran escrito.

No lo puedo creer que el tiempo pasa muy lentamente y casi termino el presente escrito que salió en un instante y gracias a Dios estaba cerca de mis queridas hojas. ¿Serás vos, querido Dios que me das un Don precioso? Seguro que sí y te lo agradezco. Mientras tanto, me despido de vos así que podés ir cerrando tus ojos mientras pestañas nuevas emociones y sensaciones positivas o negativas, también me despido de mí porque vuelvo a ser racional, el humo se va por las ventanas que se acaban de abrir, las ideas se acuestan a dormir y se tapan con las cenisas. Vuelvo a estudiar, vuelvo a soñar en tiempo real. Chau inspiración, gracias por venir a generar hermosas sensaciones y por hacerme creer alguien muy superior al que soy. Epa, ¿ quién habló ahí? ¿ya soy un cuerpo nuevamente o sigo siendo Matías? Vaya a saber, mientras tanto te deseo buen día inspiración, portate bien y te espero pronto para hacer otra fogata que caliente un corazón que tiende a enfriarse por una racionalidad que me ataca constantemente pero cuando peor me siento me volves a salvar.

Inspiración: Viento que sopla y revive una llama interior que genera un humo que marea para perder la razón y escribir con el corazón.