jueves, 14 de abril de 2011

Esta noche quiero ser

Me siento sólo y sé porqué es. Uno cree que abandona pero es abandonado, pensás que dejás de ver y en realidad, dejaste de ser visto. Me pasó. Creí que había abandonado a la escritura y ella muy sutilmente se desprendió de mi ser, sin avisar, tan sólo golpeándome de una manera que el ruido llegó a mí un tiempo después. Acá estoy, aturdido y solo como otras veces, ya que cuando la soledad llega, cuando todo parece acabar, aparece la escritura para sacarme del precipicio.


Le dediqué todo mi aire al amor de mi vida, escribí varios cuentos, hice el amague con continuar las novelas y tengo veinte cuentos sobre el escritorio saltándome sobre el mouse en desuso, gritándome que los complete. Pobres. Aunque basta, que se callen. Vengo caminando por este campo blanco clavando estacas e intentándome quedar a descansar en alguna, pero todas se quiebran, se hunden, pasan de largo o el suelo es muy duro y rebotan . Típico.


Me encuentro solo navegando con los saquitos de té en una marea oscura y mi ser no visto es el ser que veo, es el ser que me hace vivir, es el ser que me hace ser pero que no se ve. ¿Entendió? Estando a oscuras, riéndome con la soledad y guiñándole al calor del hogar, realmente soy yo. Pienso en ella, en mí, y me termino estrujando el cerebro a tal punto que queda delirando, y por ello escucho al corazón, pero está enamorado y ya dejó de darme charla, por consiguiente, le doy vida al ser oculto, al ser solitario, al ser que me hace ser sensible y escritor.


Qué lindo dejar de pensar con la cabeza, y dejar de sentir con el corazón, me hace bien porque soy; un ser pensante, un ser emocional deja de ser porque se oculta en cuestiones superficiales, banales y por vergüenza a ser incoherente o no aceptado desaparece. Vení ser, y sé vos como me enseñaste cuando fuí yo antes de sentir y pensar. Quiero correr, quiero llorar, quiero irme y lo haré porque no pienso ni siento nada esta noche, y es mi destino, vivir esta noche eternarmente porque un ser no siente, no piensa, ni vive en el tiempo.


Se acabó la cal, se me perdió la pala, me cansé y me voy.