lunes, 25 de octubre de 2010

El baile del tiempo

El cansacio que me cansa va disminuyendo energías, vitalidad, fuerzas e intenciones que no tienen forma de superar la frontera de la fatiga. Dentro de la casa se apaga cada una de las luces que la conforman pero dentro de living queda una luz tenue que permite visualizar alguien escribiendo recostado sobre un sillón negro y con una libreta blanca. No sé muy bien quién es y, mucho menos, por qué escribe pero reescribo lo que él va posando sobre esa hoja blanca.


Tiempo, bendito y maldecido tiempo. Sobre él transcribo, pienso e intento descansar. Tiempo que te apremia, te felicita y te vuelve a exigir. Tiempo que te aburre, da vagancia y te pierde en el rumbo de la vida que justamente se prende en el instinto del tiempo. Tantos autores escribieron sobre él como el magnífico Jorge Luis Borges refutándolo y dándole otras variantes, hoy sólo soy alguien que entre el pasado y el presente intenta escribir para un futuro inmediato o duradero.


Pasado del cual nos alimentamos, nos protejemos en excusas interminables y es motivo de una preocupación o una sonrisa infantil. Presente que se escapa, tan efímero y que se transforma constantemente en pasado. No se lo conoce prácticamente, es muy habilidoso y corre por la banda. Y el futuro es el abrazo al final del camino como un imán atrayente para los seres humanos que los devela en saber qué contendrá él. El antes es alguien que engorda porque recibe constantemente alimentos del presente que no tiene forma porque es sólo una alma que se desvive de un futuro que justamente son sólo promesas.


En el tiempo me canso y me ilusiono. En el tiempo recuerdo y siento que vivo y descanso en lo que vendrá: vacaciones. Trabajo porque en mi vida conseguí un importante resorte para estar y porque creo que más adelante habrá más para alimentar provisoriamenente a la alegría de despertar y se seguirá almacenando en el cuarto de fondo esas ilusiones pasadas para seguir siendo sustento de seguir existiendo. Es una cadena que muchas veces quiero romper y por eso mediante la escritura navego en los diferentes eslabones para estar, para sentir, para recordar o para soñar.


Los libros te mencionan, alguien por lo bajo te pide. El señor ruega con la cabeza baja tiempo para pagar lo adeudado; la chica le dice al chico, sonrojándose, tiempo para pensar; los empleados piden tiempo para vacacionar; el escritor, mientras tanto, pìde tiempo para hacer su tarea; yo en el tiempo que me dí para volver al campo de la literatura hablo de vos, preocupación diaria. Tiempo que te esfumas, que al respirarte te fuiste sin que te expulse por la nariz. Tiempo que apretás hasta sentir que no alcanza, mientras pierdo muchas cosas por no llegar con vos, tiempo, que no te subís al automóvil ni que pagás el cospel y viajás.


¿ Sabés qué? Creo que sos esa una mujer que se hace desear, que se esconde detrás de los murales para no encontrarla y no sacarla a bailar. Pero ahora te observo y te alargas contendiendo la respiración para ser parte de una columna que supuestamente te está tapando. Pateando ilusiones voy mientras borro pensamientos que atentan contra la primera intención. Te estoy saludando, felicitando por tus siluetas e invitándote a generar pasos mientras en tus oídos encuentro el lugarcito para hacer un descargo, descansar en palabras que mediante la oralidad me permite descargarme. Bailás bien, te movés bien y quiero seducirte porque te necesito un poco más para llegar, para ilusionarme, para recuperarme y para tener vida que en el tiempo parece irse. Quizás no seas vos la culpable sino la voragine del mundo actual. Sí, vos sos divina, justa y sabia.


En tu hombro descansa una cabeza que contiene mil y un pensamientos que quieren irse a dormir porque están alterados, mientras sigo hablándote y con que sólo me escuchés me conformo. Mientras que esa luz del living acaba de morir, no puedo seguir transcribiendo lo que esa persona cuenta que puede ser una historia de amor. No lo sé, se apaga la luz y el tiempo, sí vos tiempo nos contarás qué pasó, qué pasa y que pasará. Sólo hace falta tiempo para sacar a bailar al tiempo, valga la rebundacia que me inunda y me hace feliz porque me da oxigeno para seguir.


¿ Querés bailar esta canción también?

No hay comentarios: