martes, 26 de octubre de 2010

Hoy morí

Se desvanece en mí el yo, que en algún lado de mí o de vos se había pérdido. Volvió el pensar, el reflexionar sobre una noche cálida con el estomago vacio y afloran las intenciones de cocinar pero el yo pesa demasiado y no deja levantar un cuerpo que anduvo por inercia de acá para allá, y de allá para acá. Alguien o yo, escribió sobre el tiempo y pienso ahora qué pasa si el tiempo se acaba, se extingue, frena y me muero. Sí, vine exagerado hoy y mi cuerpo se resiste a pensarlo y sentirlo.


Reacción semejante acusaste, ¿ no?. Pensá, sentilo poco a poco, relajate que las palabras siguen en orden horizontal y no tienen intención alguna de verticalizar e irse. Mientras vos vas entrando en clima, pienso porqué una inspiración puede instalarse dos días consecutivos e irse de vacaciones y no sacar pasaje para dos. Bastá. Vuelvo a donde estaba. Estos ojos verdes no volverán a ver más la luz, mis piernas pálidas quedarán sin poder conocer lo que es realmente el color del sol que tantos desean pero que no está ni en una lista de prioridades secundarias. El corazón dejará de bombear sangre, felicidad, tristezas y ansiedad; descansará. Los pulmones no respirarán aire, humo, tóxicos, suciedad e injusticias. Las uñas dejarán de encarnarse y dejaré de ver las estrellas. Las palabras se quedarán sin emisor, el blog sin dueño y alimento, el micrófono sin deportes y la gente sin mi información. A éso quiero llegar: ¿ qué dejamos cuándo morimos y qué queremos dejar? ¿Es lo mismo? ¿ Se igualan o se alejan?


Hoy muero, hoy me despido, hoy cierro los ojos lentamente para dejarme morir y llegó mi turno. Sólo me dejo morir para escribirte blog, para sentir de qué se trata y me inmolo en la pasión de la escritura que me envolvés, aunque se puede denominar locura. Estoy muriendo, voy dejando letras, palabras, conceptos, metáforas, sueños y nada de miedo. No tengo miedo, ya que es una etapa más de esta vida y alguien allá arriba me está esperando para abrazarnos eternamente. Sé que dejo algún post interesante por ese yo metáforico e inspirado de pocos minutos, dejo historias que espero que sirvan para sus respectivas vidas, queridos lectores. Los dejo a ustedes conmigo porque me voy fisicamente pero no mi ser porque vivirá en esos micrófonos, en esa luz roja que me encandila cada vez que dice “aire” y en cada estrofa de mis escritos. Donde me busques estaré y sin miedos.


Vos que me conocés, me ves en la calle, vos que mateas, jugas y me escuchas imitando te dejo mi sinceridad, mi forma de ver el mundo y entender al hombre, te dejo mis sueños para que los tomes y te vayas con ellos. Jugate por tu familia(cuidame la mía), por tus verdaderos amigos y por tus convicciones. Pagá cada peaje con sudor, lágrimas y sangre, no lo dudés porque cuando sientas que el camino va fácil, que cualquier decisión te deja bien asentado y que se puede sobornar a la vida estás equivocándote de ruta. No hay empresa que arregle la ruta, nos cobra siempre pero el camino está complicado, así debe ser. No tengas vergüenza de llorar en público, de mirar a los ojos diciendo un te quiero, no pierdas jamás el sentido del humor que te rejuvenece constantemente. Sé un poco “payaso”, exagerá tus emociones para que llegues a ese extremo, a ese límite para experimentar y verás que no hay fronteras o tapiales, que siempre hay una puerta o ventana que te lleva al más allá. Sé que soy joven y estoy con la flamante muerte a mi lado y todo lo que recuerdo es felicidad, pero no. Hay muchos momentos malos pero si los supere, ¿ por qué vos no lo vas a hacer? Hasta luego lector, hasta luego amigos, hasta luego familia. Sí, hasta luego porque los volveré a ver.


Sí hoy morí, hoy estuve desvanecido en el más allá. Escribí del otro lado del mundo. En las cenizas me desintegré pero fuí reunido rápidamente por la esencia que conjuntamente con el yo escribió lo anterior y sigue. Fue necesario morir por un rato, dividirme, desintegrarme y dejarme llevar por el viento como los restos de los seres humanos. Hoy morí para renacer. Hoy volví a nacer pero manteniendo los principios que son parte intrinseca de mí. Tengo un principio y un final, hoy fuí y volví y quiero volver arrancar conmigo, con vos y con todos aquellos que crean en mis ideales. Vamos a romper las fronteras que nos plantea la vida o la lógica que es amarga porque no puede autodecodificarse en tantos números, razonamientos y gráficos en vano porque termina enrendándose cuando las soluciones sobresalta en la esencia, en el ser feliz y no desconocer la fracción de la realidad que nos toca vivir; ésto nos permitirá vivir y morir, dejando cosas interesantes que hará que nuestros ideales vivan por siempre. No es ciencia exacta, es equivocar, barajar y dar de nuevo.


Hasta luego querido yo, mientras tanto este cuerpo va a seguir por la ruta derrochando sacrificio, esfuerzo, inmolándose en convicciones y estar contento; las claves de la vida para un infinito prosperar. Por último, cuando creas que todo está en tu contra, cuando veas que nada te está saliendo bien, cuando el cansancio se apropie de tu cuerpo, cuando en tu bolsillo no tengas más la medicina de la ilusión significa que estás en la ruta que te hablo pero frená un rato, hacete a un costado y dormí un poco. Nadie te apura, la ruta es eterna y no va a desaparecer. Si es necesario dejate morir, engaña a los otros y a vos mismo para que nadie te tenga confianza y cuando el camino se abra apretá el acelerador hasta el fondo porque para vivir muchas veces hay que dejarse morir.

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