Pobre. Da lástima. ¿ Y ahora? Es lamentable la situación que enfrenta Benjamín a quien todos le auguran un buen futuro, prospero y lleno de felicidad, pero él siente no saber qué hacer con el presente. No le importa qué pasará mañana si el hoy le resulta oscuro, en donde la razón se le escapa de la cabeza y la desesperación ocupa el lugar dejado por los pensamientos que en fila militar caminan alejándose de manera elegante pero con el cuerpo transpirado, escondiendo el miedo.
Benjamín vive constantemente cerrando las amplias ventanas que con celeridad abre los ventorrales del pasado donde ingresan y se sientan en la mesa, mientras que el presente encera los pisos. El día no termina con esa luna tapada con nubes blancas porque el sol se tomó vacaciones veraniegas y la luna lo reemplaza constantemente.
¡ Cuídado se te está incendiado la biblioteca!, le grita un vecino de la parte superior del edificio ,antiguo y con historias por contar, al escuchar ése grito sale corriendo hacia el cuarto de los libros, observa con los ojos bien abiertos, lejos de quedar estupefacto busca raudamente agua en la canilla del baño, dándose cuenta que se acabo el insumo que el futuro le prometió que recompondría cuando tuviese tiempo. Todo está en el futuro, todo no está en el presente, en realidad no tiene nada. ¿ Para qué mentir? ¿ No era así Benja?
Él lamenta toda la situación, no por el fuego que el mañana le prometió que se extinguiría cuando no haya más hojas ni madera por consumir, sino porque se olvidó de leerse a sí mismo en tantos libros publicados y ninguno leído por su propio autor. Dedicó su vida a enseñar caminos, a despolvorar historias guardadas por años en los interiores del ser para que él pueda ser arreglado, habló sobre la importancia del amor, la amistad y familia. ¿ Se acordará sobre el libro de la risa, el autoestima y el bienestar? Vaya a saber uno. No se leyó y se perdió, escribió a los demás pero no escribió a sí mismo.
No duerme, no come, no bebe, no fuma ni escribe. Sólo camina y mira un reloj que apesar de tener pilas no giran sus agujas. No tiene vida porque el presente es la lismona de su futuro, ésa promesa que le hicieron el cual hace olvidar sus necesidades primarias, secundarias y terciarias. Al moverse hace cansar un poco a la desesparación que le deja de murmurar constanmente, lo cual permite estar más tranquilo. Caminó, caminó y caminó hasta que logró una tranquilidad nunca conseguida en los últimos tiempos y un soldadito de batalla de la sabiduria, que escondido detrás de los miedos tiró una idea, la cual ante la falta de otros proyectos fue acatado por un cerebro que tuvo una pequeña dosis de cordura.
Benjamín a pasos apresurados se dirigió al antiguo ropero de su habitación antes que la media azul que ataba la ventana de su cuarto no soportara los fuertes vientos del pasado y nuevamente volviera a ingresar ese aire que lo marearía. Al momento de abrir las puertas de su ropero y meterse allá adentro, justo la ventana se abrió y el viento velozmente disparó contra el centro de la casa pero él llegó antes a cerrar la puerta de su nuevo refugio, el cual no tenía agujeros ni espacio suficiente para que ingrese el aire, por ello tampoco tenía suficiente ventilación para poder respirar durante mucho tiempo, tan sólo aguantaría lo que duraría una vela en una cena romántica. El ayer buscó, urgó y no encontró a nadie a quién torturar, el presente se resbaló a si mismo con el piso y el futuro llegó, al igual que Benjamín. Sí llegó, no en cuerpo pero sí en pensamientos, donde todo está en calma y donde el tiempo se desplaza durante veinticuatro horas y termina el día, lo cual es suficiente como para leer lo que escribí varias veces, pero que esta vez lo leo, porque yo mismo me escribí el futuro pero al no leerme desconocía qué pasaría después del hoy, creyendo que mediante Benjamín podía cambiar el futuro o las relaciones de los demás con el mundo pero era simplemente me redactaba letra a letra, centímetro a centímetro lo que vendría en mi vida, quizás siendo un excelente redactor mediante los dedos de él pero un muy mal lector con sus ojos, por ello si me hubiese leído habría escapado de esa pesadilla antes, pero todo llega tal cual me prometí a mi mismo, ya que este futuro ya lo viví y lo escribí en unas hojas que se han transformado en humo despertando un soldado que solito peleó contra la locura.
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