Noche en Córdoba, la calle larga y angosta sostiene al andar de un pibe que mira al frente, con abriculares en los oídos, una canción de Fito Paéz y que camina prácticamente sin hacer ruído para no despertar al sol que duerme, pero por suerte no ronca.
Él busca un camino, una salida pero todas las posibilidades son caminos curvos que desembocan en el mismo punto, además no hay mapa ni gps que lo ayude. Recorre la misma manzana que tiene a su departamento, sus dos trabajos, su delivery, un supermecado y algún que otro elemento más. Vueltas que lo ilusionaban pero con el hecho no frenar, él no cambio de aire ni escenario que provocaron una fatiga crónica que hace que dé vueltas muy lentamente con la esperanza de que alguna vez termine la odisea. Quizás por el cansacio hizo que se le pierda detalles y que las gotas de transpiración caígan en sus ojos impidiéndole que vea posibles salidas a la calecita que divierte en primera instancia pero que marea a continuación.
También revive muchas veces las mismas situaciones. En una parte de la cuadra decide cerrarle con llave la puerta a ella que se hace llamar amor y se siente liberado, pero al empezar a girar se da cuenta que descuida la ventana y vuelve a entrar ella y me revuelve otra vez-¿y van?- el corazón. Ella es flaca por la falta de cariño que traslada en su cuerpo bello y entra en cualquier rincón a pesar de hacerse llamar amor, pero a pesar de ello que bien que se siente él al estar a su lado aunque ése sentimiento se va disolviendo cuando vuelve al principio de este párrafo.
Él busca explicarse en tercera persona para escapar así de la subjetividad de escribir y narrar los hechos en primera, él busca la objetividad tan premiada y desconocida en la escuela de periodismo, él busca la felicidad y el descanso en el otro, él busca la respuesta en el tercero en discordía cuando siendo yo el que estoy más confundido que cualquier otro. Hoy no sé quién es quién: quién es el protagonista y mucho menos quién el narrador; otra vez no sé quién es él y quién soy yo, acaso ¿ no será que yo soy él y él soy yo? Demasiadas preguntas para un cuerpo que siente en muchas partes desmayarse en esta cuadra que me atrapa y quiere vencerme, vamos a ver qué tan fuerte es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario