miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿ Título?... no sé

Techo en la cabeza, ideas en el pie. Emociones afuera, todas golpeadas ante el error de salir amontonadas, emocionadas para hacer valer su nombre y sólo se provocaron dolor. Amor en las horas de atrás, soledad en los minutos de adelante. Corazón pérdido en la ciudad que todos los días camina pero que se mareó en la oscuridad de la luna tapada por algunas nubes; acaso, ¿lloverá? Afuera no creo, adentro mío está creciendo el río que riega mis pasos y resbalan mi buen humor de la mañana.


Una espina causa pinchazón que puede infectar y confundir a los doctores sobre cuál es el origen del mal, porque las pequeñas circunstancias generan grandes males. Una caída que parecía pasajera, diaria y cotidiana atrajo que se cayerán en mí los problemas anteriores, sumado a mis antecedentes sanguíneos en donde la situación clínica parece complicarse. El corazón no bombea correctamente sangre, el estomago no tiene hambre, la cabeza no emite ordenes porque está siendo asaltado por sensanciones negativas y vengativas.


¡ Nooooooo! ¿Dónde estoy?¿ Holaaaa?¿ Hay alguien acá?. Oh no, otra vez caí en este pozo donde recargo energías para encender la luz que me indique dónde están las escaleras mecánicas, pero mirá si esta vez el pozo es otro, similar a éste pero diferente a aquél. ¿Qué hago si vivo en acá? ¿Encontraré alguien o realmente estoy predestinado a estar solo como alguna vez sentí en reiteradas oportunidades? Sobre contradicciones puedo escribir libros enteros pero ninguno a la vez porque no sé qué puedo contar, acaso la experiencia de sentir que la derecha es diestra pero es izquierda que va al norte que se dirije al sur. Esperá, no quiero dormir a pesar de la oscuridad porque quiero pensar de que deje de pensar para no seguirme torturando, para dejarme pasar, para perderme y seguir adelante para que quizás estas incógnitas aparezcan en otro mes, en otro lugar y con otra capacidad de enfrentarlas. Tal vez, no eh y siga siendo el mismo que patea la pelota hacia adelante, que se esconde y siente miedo. Vaya a saber uno, no sé.


Estar vestido de blanco es mi mayor contradicción de hoy, porque estoy tan oscuro por dentro. ¿ Será mi cerebro inconcientemente me lleva a usar hoy colores claros para que alguien me identifique y me lleve? No sé, sencillamente creo que el poeta a llegado a su culminación artística y siento que las olas que surfié me van a ahogar. No lo sé, quizá sí, tal vez no. Sólo le dejaré la tarea al tiempo, a la corriente mientras pienso si pongo las manos, busco el talento y lo guardo en la mochila para un próximo ascenso y descenso brusco o me quedo acá, tranquilo y solo como creo que debo estar. Claro está qué opción voy a elegir, tu inteligencia te lo sabrá decir como así mis chispas también que prenden un hasta mañana.

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