Enciendo las velas de mi emoción que desplegan rayos de luz que me permiten ver sólo el paso a paso. Aceito el coche rojo y empiezo, ¿ me seguís? ¿ te subís?
Tengo paz cuando:
despierto en la mañana recordando lo felíz que estoy por el simple hecho de vivir.
tengo los mates de la mañana, la compañía de la radio y la música que suaviza mi sentir haciéndome reflexionar y que además me retan, sugieren, divierten, emocionan y hacen tararearlas.
disfruto de las comidas y sobre todo cuando están sobre la meza mis platos preferidos.
el sol de la vocación se refleja en mi trabajo y la felicidad tiran las anclas por debajo de la silla azul.
sé que puedo navegar este barco apesar de las constantes tormentas y encontrar la paz debajo de los truenos, la lluvia y todos los pronósticos en contra.
puedo amar.
me siento amado
estoy con mis amigos. Éllos que muchas veces me dan la mitad de su paz, poniendo en riesgo la suya para que este un poco mejor.
recuerdo que todo lo que uno da vuelve tarde o temprano.
me expreso libremente.
sonrío y hago reír a los que me rodean.
doy el consejo correcto.
recibo la palabra o el silencio justo de parte de mis familiares y/o amigos.
sé que elegiría una y otra vez la gente que amo.
escribo metáforas, me expreso e intento identificar a los demás.
me equivoco y erro el camino porque sé que lo hice de buena intención y que de los errores uno aprende.
sé que Dios está siempre bendiciéndome y acompañándome.
veo que hay un día soleado.
me miran a los ojos y me dicen la verdad más allá de lo doloroso que pueda ser.
lloro y riego los más lindos sentimientos marchitos para que en pocas horas vuelvan a florecer.
pienso, siento y vivo sintiendo que nada me puede afectar.
recuerdo esos momentos especiales.
sé que ya encontré mi momento idea y no lo cambio por nadie ni nada.
extraño a más no poder porque cuando se desea algo desde lo más profundo del corazón se cumple, lo sé al mirar mi pasado.
recuerdo mi pasado sabiendo que no lo puedo modificar, por ello disfruto de mi presente y le abro los brazos al futuro para que venga lo que Dios y el destino quiera.
estos cuandos son infinitos.
Por todo esto, desinflá el pecho exalando- y expulsado para siempre- tu ego para darle más lugar al corazón porque sino el sentimiento de superioridad no le da espacio a los sentimientos más puros de cada ser humano. Disfrutá de cada cosa, aunque sea lo más pequeño, porque después los recordarás con añoranza y no te arrepientas de nada porque dejarás pasar el presente y será parte de ese pasado.
Si cada uno encuentra su paz, si cada uno deja de ser ambicioso podemos formar un paz grupal para dejar de arruinar lo más bello que tenemos que es el medio ambiente, nuestro principal hogar y sobre todo, dejar de matarnos entre nosotros. ¿ No te parece que ya es hora de ser felices? Acá estaré esperándote así te sumas a mi pensamiento, sonreímos más y pensamos que todo puede cambiar sólo con tener paz interna porque al sentirnos puros por dentro podremos exalar esa paz sincera que sumada a otros aires de las demás personas se formará el viento que correrá las nubes de la tormenta y guerra para que un sol caliente haga florecer lo mejor de nosotros.