martes, 25 de enero de 2011

"Pazo" a "Pazo"

Enciendo las velas de mi emoción que desplegan rayos de luz que me permiten ver sólo el paso a paso. Aceito el coche rojo y empiezo, ¿ me seguís? ¿ te subís?

Tengo paz cuando:


  • despierto en la mañana recordando lo felíz que estoy por el simple hecho de vivir.

  • tengo los mates de la mañana, la compañía de la radio y la música que suaviza mi sentir haciéndome reflexionar y que además me retan, sugieren, divierten, emocionan y hacen tararearlas.

  • disfruto de las comidas y sobre todo cuando están sobre la meza mis platos preferidos.

  • el sol de la vocación se refleja en mi trabajo y la felicidad tiran las anclas por debajo de la silla azul.

  • sé que puedo navegar este barco apesar de las constantes tormentas y encontrar la paz debajo de los truenos, la lluvia y todos los pronósticos en contra.

  • puedo amar.

  • me siento amado

  • estoy con mis amigos. Éllos que muchas veces me dan la mitad de su paz, poniendo en riesgo la suya para que este un poco mejor.

  • recuerdo que todo lo que uno da vuelve tarde o temprano.

  • me expreso libremente.

  • sonrío y hago reír a los que me rodean.

  • doy el consejo correcto.

  • recibo la palabra o el silencio justo de parte de mis familiares y/o amigos.

  • sé que elegiría una y otra vez la gente que amo.

  • escribo metáforas, me expreso e intento identificar a los demás.

  • me equivoco y erro el camino porque sé que lo hice de buena intención y que de los errores uno aprende.

  • sé que Dios está siempre bendiciéndome y acompañándome.

  • veo que hay un día soleado.

  • me miran a los ojos y me dicen la verdad más allá de lo doloroso que pueda ser.

  • lloro y riego los más lindos sentimientos marchitos para que en pocas horas vuelvan a florecer.

  • pienso, siento y vivo sintiendo que nada me puede afectar.

  • recuerdo esos momentos especiales.

  • sé que ya encontré mi momento idea y no lo cambio por nadie ni nada.

  • extraño a más no poder porque cuando se desea algo desde lo más profundo del corazón se cumple, lo sé al mirar mi pasado.

  • recuerdo mi pasado sabiendo que no lo puedo modificar, por ello disfruto de mi presente y le abro los brazos al futuro para que venga lo que Dios y el destino quiera.

  • estos cuandos son infinitos.


Por todo esto, desinflá el pecho exalando- y expulsado para siempre- tu ego para darle más lugar al corazón porque sino el sentimiento de superioridad no le da espacio a los sentimientos más puros de cada ser humano. Disfrutá de cada cosa, aunque sea lo más pequeño, porque después los recordarás con añoranza y no te arrepientas de nada porque dejarás pasar el presente y será parte de ese pasado.


Si cada uno encuentra su paz, si cada uno deja de ser ambicioso podemos formar un paz grupal para dejar de arruinar lo más bello que tenemos que es el medio ambiente, nuestro principal hogar y sobre todo, dejar de matarnos entre nosotros. ¿ No te parece que ya es hora de ser felices? Acá estaré esperándote así te sumas a mi pensamiento, sonreímos más y pensamos que todo puede cambiar sólo con tener paz interna porque al sentirnos puros por dentro podremos exalar esa paz sincera que sumada a otros aires de las demás personas se formará el viento que correrá las nubes de la tormenta y guerra para que un sol caliente haga florecer lo mejor de nosotros.

sábado, 22 de enero de 2011

Dos naranjas al ruedo

Navego ante la gente y me resbalo ante la lágrima ajena en donde alcanzo escuchar algunas penas que se susurran bien por dentro. En el descanso de la mente se me cruzó la necesidad y excases durante un determinado tiempo y la llegada de la satisfacción de los mismos en desmesuradas cantidades. A ver, ¿ cómo se sentirá una persona sedienta ante miles y miles de litros de agua potable y cristalina? Seguramente, felíz; pero... ¿ no se cansará? Si su necesidad todos los días está satisfecha y sigue y sigue llenándose la fuente de agua, ¿ qué sentirá? ¿ Cómo reaccionará una persona delgada y hambrienta con un menú repentino de ocho comidas diarias? ¿ podrá resistirlo?... Siempre lo mismo conmigo, muchos pensamientos, pocas respuestas en donde hay muchas calorias juntas y a disposición para una dieta que debe ser equilibrada.


El corazón y el cerebro dialogan en el punto de unión donde se enfrentan el sentimiento contra la razón, la cara con la cruz, A con B, en fin las antinomias conversan sobre esta situación llevada al amor. Imaginemos juntos esta situación: una persona acostumbrada a la soledad un día, de golpe empieza a mantener un noviazgo con alguien en donde hay claridad, belleza y principalmente amor. Ambos se enamoran y nadie duda del sentimiento de la otra persona, pero el primero en ser mencionado en su afán de recompensarle todo lo que su pareja le entregó, le reitera muchas veces que la ama, le regala cosas y le dice bellas cosas al odio o mediante la tecnología. La besa muchas veces y hasta se vuelve imprescindible para él pero su compañera le devuelve el sentimiento sincero con la mirada firme pero no hace lo mismo. Ambas naranjas van al ruedo pero no a la misma velocidad ni siquiera parecen ir hacia el mismo frutal. Entonces, ¿ qué se hace en esta situación? ¿cómo él controla su sentimiento y como su pareja se lo devuelve? ¿ podrán terminar mal? ¿ alguno se puede cansar de no ir a la par en el camino del amor?


Cada pareja amorosa es un mundo donde viven- tradicionalmente sólo dos personas en donde tendrán que saber manejar los recursos, aplicarlos de manera correcta y fundamentalmente tenerse confianza mutua . Lo bueno de las personas es que pueden hablar, intercambiar opiniones y sentimientos y ver de qué forma nivelar la oferta con la demanda. Uno de ellos tendrá que aprender a no ir tan de golpe, ir caminando más despacio porque a ésa persona la va a poder amar toda su vida si él quiere; el otro tendrá que apurar los pasos, saber agradecer como también emplear mecanismos que demuestren su amor porque sino siempre la pareja va ser dispareja, al menos es la conclusión de un loco corazón y una razón enamorada.


Termino con una enseñansa inteligente de mi padre que siempre recuerdo: “ el amor es operar a corazón abierto, hay que saber dónde y cómo operar. No podés apurarte, tenés que tocar donde está la infección, si le errás provocás una hemorragia. Lo más importante es aprender sobre la marcha y si te confundís saber cómo solucionarlo antes que pierdas el paciente, tu paciente.”

miércoles, 5 de enero de 2011

La enseñanza de uno

Ser uno es fácil porque simplemente tenés que ser vos, actuar y hablar como si estuvieses sólo, pero que difícil es ser uno en tiempos que uno es dos y tres, en donde es vapuleado y atacado cuando mantiene su estructura y sino la cambia, no ingresa en las operaciones matemáticas. Uno se debe multiplicar con y por uno, nunca dividirse, restarse ni mucho menos multiplicarse por otros números.


Esos libros matemáticos que poco saben sobre sentimientos plantean que el ideal es el diez poniendo en juego a muchas vidas inocentes que se desvelan pensando cómo llegar a serlo, muchos mueren en el intento y otros fallecen emocionalmente al llegar. Cada uno de ellos es tantas personas desglosadas a la vez para lograr el objetivo que no sabe quién es, cuál es su pasado, hacia dónde va y tampoco quiénes son sus amigos. Él no sabe nada apesar de estar en el trono que exigen los extensos libros escritos por vaya a saber quién y con qué fundamentación teórica, olvidándose que en la vida deben cumplirse objetivos con el cuerpo y alma.


No me multiplico por otro, no me dejo dividir y no sé sumarme ni restarme sólo me multiplico por mí mismo en cada persona que quiero y amo para que cuando la sudestada ingrese en la ciudad este abriéndoles la puerta de la calma, simpatía y contención. Sé que pierdo ante conceptos teóricos históricos traídos de generación en generación, sé que en la ciudad sin pensamientos seré aislado y discriminado, sé que perderé batallas enteras contra los requerimientos para ser aceptado en este lugar pero seré uno, tal cual soy, con mis risas y miedos, con mi autoestima a medio andar y con el primer grito fuerte de “bom día” enviado mediante el viento para alegrar al que me supervisa; allá andaré manteniéndome tranquilo, dándole identidad a mi corazón y alma dejándolos que sientan, piensen y sobre todo que sean una que enamore a uno y se inmolen en una sola persona sincera, confiable, sonriente y enamoradiza y que nunca dejen de ser esa unidad hermosa multiplicada en los corazones de los demás contagiándoles amor y enseñándoles el camino de uno, sí de ese uno felíz que allá va.