lunes, 29 de noviembre de 2010

Las contradicciones del amor

Al pasado le escribo cartas, al futuro le prometo y en el presente intento atender un teléfono rojo que insistentemente suena, pero el amor me gana de mano, atiende y es el amor; así es, el amor se llama y se atiende porque le gusta su propia voz. El amor se enamora de si mismo y contagia al resto. Necesito hacer catarsis, disculpen lectores: sobre el reglon me mantengo aunque quiero sentir la esencia uniéndolos, la racionalidad me pone el freno y quedo navegando en el fuego.


Al amor le encanta encantarse, se busca, te busca, se enamora y te enamora. En un auto-desafío queda en el medio la gente sin intención de quedar enamorados. Genera pasión que apaga racionalidad que hace perder el sentido. El amor sol de otro mundo que en su fiel reflejo en este planeta es tan solo una esencia que ilumina inspiración sobre las almas secas. Ahí te está levantado para mañana tirarte mientras te enciende el cigarro para que fumes nuevas sensaciones y mañana te da el remedio del día a día. Hoy subís, mañana bajás, caminás, corres, parás y te agobias hasta que otra vez empieza el camino. Te rescata del cesto de basura, te desenreda y te vuelve a tirar. Sensaciones cortas pero eternas, minutos que son años pero que en el dolor son eternidades.


Ay amor que mataste poetas, que hiciste nacer varios más que después los acribillaste por detrás cuando éllos querían traducir su pasión a las escasas letras que pueden acercarse a explicar dichos sentimientos y que son reácidas para unirse en frases creativas. Hoy veo sonreír instantáneamente a una muchacha en la calle para que un tiempo después camine, lamentablemente, con los ojos rojos deseando que otra sonrisa tan bella se haga presente, ya que constantemente el amor envenena pero deja el antídoto a mano y vista.


Alguien me dirá entonces: ¿ es bueno o malo amar? Nadie lo puede afirmar, cada uno dará su opinión pero todos estamos hechos para amar, para entregarse, para ganar y perder. Se sabe de qué está compuesto el juego y somos una ficha más que está siendo jugada por el amor que inevitablemente te hace adelantar casilleros para después retrocederlo en un pestallar, en un beso, en una caricia que eriza la piel, que te lleva a la más eterna y efímera felicidad. Además te cubre de lana para evitar que pases frío pero al respirar profundo te ahogas con los propios hilos que te lleva agonizar sobre instantes duraderos pero que nunca te mata. Por ello, el amor se sienta en el banquillo del acusado una y otra vez acusado de injurias, calumnias, homicidio culposo, entre tantos otros cargos pero la justicia lo da absueto por una clara y sencilla razón: el amor tiene que ser libre porque es el alimento cotidiano y el nexo a la paz, sin élla nada de esto sería posible y por casos particulares no se puede generalizar una realidad.


Estoy enamorado de las contradicciones que me entrega este sentimiento que a veces entra a casa, cena conmigo y es fruto de mis sueños, aunque otras tantas veces lo echo porque me trae complicaciones. Hoy está, mañana tal vez no. Mi cuerpo pierde noción de sus partes y de sus reacciones porque un sentimiento, tan solo uno hace que se pueda sonreír y llorar; insultar y extrañar; rechazar un beso y disculpar. Nada tiene lógica, ni este escrito que de simple se hace complejo y viceversa porque algunas de sus líneas son entendibles como otras no para declarar, para esconder y sacar al aire lo más negro del reductor contenido mediante luna y canción. Aparecen y duran lo que duran, desapareciendo mucho tiempo y no dando señales para caer nuevamente con un gran regalo de navidad recompensando la no presencia en las fiestas, en los cumpleaños y días comerciales.



Tantas veces preparo la infusión verde para charlar con ella que a veces responde, otra veces asienta con los silencios que serán palabras tras noches y días que se desvanescan muy tranquilamente. Le abro mi diario, le muestro mis noticias para que se entere de que la necesito para llenar hojas, saciar emociones vacias y tapar otras pero me mira con tanta naturalidad que me deja tranquilo pero que mi memoria sólo recuerda ésa imágen cuando está el sol pero cuando las nubes figuran sobre mi pelo corto no se recuerda, las frases simples se hacen complejas porque no entiendo nada. Quizás ahora la calle se puso resbaladisa, en el suelo no sé con cuál pie levantarme ni dónde estoy, por consiguiente desde el suelo le escribo a las contradicciones que estoy sintiendo, que las acabo de perder y unas fuertes emociones me vuelven a enamorar. Si alguien me pregunta: ¿ Hasta cuando durará? No lo sé, el amor tiene una clave: vivir el día a día y noche a noche, después tendrá sus cotidianos episodios que antes describí pero que en su totalidad forma parte de la materia más larga, extensa y complicada de estudiar: el amor. En cada uno quedará ser un buen estudiante o dejar la materia libre.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Fórmula de una nación real

Voz, palabra, viento y nube. Silencio que habla, que calla, que dice, que duerme, que huele e impone respeto. Palabra que apalabrea, que es verborrágica y persuasiva. Viento que mueve, que entrega materia prima a los pulmones y hace que la vida pueda vivir, mientras hace que las banderas se muevan, flameen y generen hasta un nacionalismo exagerado, a pesar de ello las telas prolíjamente cocidas se mantienen unidas por la convicción o la obligación. Nubes que dan oscuridad, que amenazan y entregan alivio a tanto calor.


Nación de sonrizas, abrazos, amistades, contradicciones y de enemigos públicos y privados. Terreno ilimitado y no confinado porque el amor y el odio no tienen fronteras. Colectivos, heladerias, bares, autos, bicis y piernas observan el clima, el día y la noche que viven en esta nación pensando que viven en otra que fue estudiada en vano en la escuela y la facultad. Las emociones se sientan, toman algo mientras hacen tiempo para charlar con sus dueños que ante la atenta mirada de ellas se esconden, la omiten y siguen. Además están los topos que agarran pies todos los días y no dejan caminar a esas personas porque el odio estanca e impide proseguir, cuando en la vidriera de la derecha se exponen los mapas, las soluciones y la felicidad éstos prefieren mirar abajo a esos topos, a esos odios propios, como aceptándolos y dejándolos hacer su trabajo.


No todo tiene que ser complejo, algunas cosas son muy simples. La vida es simplemente compleja, ya que es sencilla antes y después de la tormenta. Antes se sabe las noticias que entrega el pronóstico del tiempo, y después ya están las toallas ( amigos, familia) que te secarán. En el medio está la burla hacia lo simple, se lo odia. Algún griton pregunta: ¿ Dónde está la felicidad? Insulta a Montaner cuando suena su canción “Soy feliz” en la radio y se viste de negro. Otro se enrosca en sus preguntas, se tortura solito con una picana de realidad. ¡Oh! ahí veo al que tuvo una mala experiencia y , por ello, descree del amor, la amistad y de las oportunidad laborales . El piano se desafina, el micrófono se apaga y la ilusión se desvanece porque el canto de la vida se queda sin músico y canta-autor.


Apago la ducha, me seco siempre con esas toallas inmojables y me empiezo a cambiar para salir a caminar, para subir al colectivo y comprar en esa vidriera. Cada día repito esta rutina, siempre compro lo mismo que es diferente: un material periódicamente igual pero con esencias diferentes. Viento que me da aire ante los sofocones, los silencios y las palabras se asocian según lo crean necesario porque tienen el nexo de la voz. Las nubes se alejan y desde abajo mirando verticalmente hacia arriba está la bandera que algunos izamos, esa bandera creada con un solo tipo de emoción donde se usa sólo el lado positivo de la pila y únicamente con los colores que entregan esperanzas. El sol le pega de lleno y la calienta, el viento la mueve y su alimento principal es la creencia permantente y su propagación: entregar felicidad, esperanzas, simplezas porque nada más simple que la vida porque se conoce la fórmula, y que- sin desconocer el otro lado, el otro “Dios”, el suelo, los topos, la otra filosofía , la otra tierra y el fuego- entrego palabras escritas, mientras escribo elaboro silencios sabios. La mirada apunta hacia arriba en donde el clima está ideal. Salgo a la vereda para ver que en todos los negocios que están sobre la calle larga con muchas curvas pero simple de recorrer venden las soluciones y sólo cuesta esfuerzo pero es sencillo porque esta nación existe, quizás no sea reconocida mundialmente mediante la burocracía bárata pero está adentro de cada uno de nosotros que decidirá ponerse la escarapela del amor, amistad, respeto o esconderla en los peores sentimientos robados a un maquiavélico creador.


Mientras la felicidad que te cuento, sí ella, simplemente se vive y no se pide, se disfruta y no se reprocha, se abraza y no se empuja... pará, hace silencio que ahí empieza el himno de esta nación, con positivismo, respeto, aceptación de las emociones más lindas y rechazo a las falsas imitaciones se entona. Porque la vida se construye de hechos y no de palabras, por eso señor escritor deje de hablar y actue hoy, mañana y siempre por esta nación que hoy vive adentro mío pero también es tuya y de todos aquellos que quieran integrarla. Simplemente bienvenidos a la única nación real, incorruptible y que iguala a todos los hombres. Los hechos es el pasaporte y el documento. Pasá a retirarlo trayendo una sonrisa que es la firma eterna e imborrable.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Noche histórica

Medianoche con 30 grados de temperatura, poca humedad y sin la presencia del viento. A mí y a mi cuerpo le encantan. Sobre una esquina un bar me espera, camino por la vereda viendo una importante cantidad de mesas de color madera con cuatro sillas rodeándola. Por dentro gente que elige la ficción climática al estar con el aire condicionado y tomando café, vaya paradoja. Afuera los más salvajes con su cerveza, gaseosa y hasta con botellas de agua. Desfilo entre la gente y allá en la punta bien en la unión entre dos calles hay una mesa vacia. Me dirijo y me siento. La moza gentilmente accede a tomar mi pedido el cual consta de una gasesosa y se retira para saciar mi necesidad. De un bolsillo, mientras tanto, recuerdo haber extraído de la heladera de casa un chocolate que, por suerte, aún mantiene su homogeneidad de esa estructura tan aclamada y rica. Con el pedido completo, el menú perfecto para un espectador exigente como son mis papilas gustativas, empiezo a observar gente.


Buenas noches señora. Saludo a la mujer que vive a la vuelta de la casa de mis padres. ¿ Todo bien, che?, le pregunto a unos ex compañeros de la secundaria que ya tambalean ante el poco aire presente. Por la otra vereda un grupo de gente me sorprende. Bien vestidos, elegantes, engalanados y con una excelente presencia caminan prácticamente sobre el aire para no ensuciarse con lo terrenal, lo sucio y lo real. De la mesa de atrás, la que está pegada al poste que sostiene el techo, escucho:” mirá, allá va la historia y sus amigos” La miro, no me saluda y creo que debe estar influída por los acompañantes, la mayoria de ellos artistas que la asesoran en una imágen que ellos mismos crean.


La historia es subjetiva, no es real, encasilla, juzga y bendice. Ella recuerda, revive, daña y después te da una acaricia de recompensa por haberla estudiado, respetado y aprendido durante años en los colegios, facultad y trabajo, aunque también por ser parte de uno mismo, aunque prefiero llamar a lo personal pasado y no historia, materia creada por el humano para solventar con dibujos creativos los errores que construyó el hombre haciendo ver un reflejo que éso no volverá a pasar nunca más y otra vez vuelve a comenzar.

Los dibujos puede esconder, omitir y soslayar cualquier tipo de error pero cuando se toma un lápiz para formar un circulo, que como circuito cerrado, tiene su punto de inicio y final que es el mismo. Se empieza y termina allí en donde la historia vuelve a revivir para demostrar realmente qué sucedió. Estos son dibujos fríos y bien calculados, pero que tienen un punto débil: la realidad.


Argentina, querida nación cuna de tantos artístas que crearon a su antojo una historia para quedar a la misma altura de los países europeos. Guerras, heroísmo, sueños, sacrificios, andazas históricas y tantos condimentos usados tantas veces y en tanta cantidad en cada item de lo ocurrido tiempo atrás. ¿Por qué la historia no puede ser simple, terrenal con acontecimientos reales y con errores? ¿ Te hace más o menos país? Acaso, ¿ los héroes no erran? Aunque será tiempo de escribir sobre otra mesa, en otra noche y con otro contexto vale destacar que si veneramos a Sarmiento, Alberdi, Roca, Mitre y otros tantos estamos haciendo algo mal y peor aún, que como un chiste de mal gusto, tienen honores constantemente.


Se fue con el aire, con mi vocación, con esta profesión que muchas veces lo dejó de lado para escribir pero volvió el aspecto crítico al blog. Bienvenido, tomá asiento mientras la moza trae elegante pero rápidamente un vaso para el caballero. Gracias por la atención señorita pero me voy con el crítico a charlar, leer el diario y seguir debatiendo con fundamentos, aunque me gustaría quedarme escribiendo hojas y hojas sobre este fenómeno mientras disfruto de la noche de verano en plena primavera pero me debo ir con él. La historia lo jusgará a su antojo pero no me importa, ya que este es mi cierre de post en donde creo que no todas las historias tienen que terminar sútilmente, con delicias literarias, con actitudes heróicas porque simplemente terminan, cierran y golpean bruscamente así.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La carta de la resignación

Cuando no se mira a las personas que se quiere les abre inmediatamente las ventanas, puertas y desprende el techo para que tomen su rumbo. Cuando abrazamos efímera felicidad no dan los brazos para continuar abrazando al hermano, al padre, madre, amigo o aquel que lo necesita. Es uno o el otro; un abrazo por turno. Se pintan ventanas falsas sobre pizarrones para dejar entrar un sol- vaya qué sol- que nunca será similar al que está del otro lado peleando contra las persianas, cortinas y puertas intermedias para poder pasar. Es así mi pelea. Mientras las mochilas con demasiado peso, sillones livianos y aireados por no soportar pesos externos y predispuestos a sostener dichas mochilas, pero el orgullo extraído de un aplauso que explotó un poco de aire que merodeaba por ahí hizo respirar soberbia a narices timidas que nada dijeron al pasar.


Zapatos incorrectos, lentes negros. Decisiones incorrectas sin perdón en su formula central. El daño que anda sin antídoto anexado a si mismo. Electricidad que quema y no transmite energía. Llaves, muchas llaves con diversos llaveros enlazados en una confusión. Ninguna llave suelta, todas atadas, todas a la vista, todas pérdidas.


Llaves, puertas, ventanas y tiza. ¿Es realidad o dibujo?¿ Composición de novela o miércoles, casi jueves?¿ Odio generalizado o amistad re-versionada?¿ Soledad o compañía flamante?¿ Preguntas o más preguntas?


Ah, ya sé hasta aquí este escrito es del sol, un sol que soñó y despertó cerca de las 7 de la mañana. Buscó en una nube el papel para escribir con el uso de una estrella y estalló este escrito que envolvió en un pedaso de cielo y envió a la tierra. No tenía reminente, no entendía nada pero un pequeño rayo, que no sé de dónde salió hizo desprender las pestañas para ver todo más claro.


Nada raro, nada diferente sólo un sol que quiere iluminar ante un rechazo generalizado, indiferencia, soles dibujados y un hombre que verano tras verano más pálido va quedando. Reflejo de sus rayos que sobre la nube hacen que vuelva contra sus ojos para ayudar a un proceso que estaba próximo a comenzar: el llanto. El clima toca la puerta, la nube pega desde el cielo el grito por su amigo, la estrella intenta escabullirse por debajo de la puerta pero no puede porque está el Clarín esparcido entre la puerta y el suelo. El sol llama a sus amigas y dice lo siguiente: “ les agradezco su colaboración, sé que nada va a pasar por eso voy a seguir trabajando, voy a cumplir mi función y el que quiera que salga para recibir mi calor, mis nuevos colores para esta temporada para ir dorando pensamientos que en un invernadero se han congelado, mientas las platas no crecen, las malezas se hacen multitudinarias e iguales. Amigas, nada es diferente por la falta de mis verdaderos rayos, la que hace crecer la diferencia y dorar pensamientos ideales para consumir en un bocado de sabiduria”